Sexta noche de estrellas del deporte en Buga


“No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.”  Eduardo Galeano

En un lugar considerado como patrimonio municipal, se va a celebrar la Sexta Noche de Estrellas del Deporte. Efectivamente,  la antigua estación del ferrocarril de Buga será el marco perfecto para que los mejores deportistas del año 2012 reciban un reconocimiento en homenaje a su dedicación y disciplina. Esta actividad la organizan los integrantes de Deportes del medio día y de la revista Farodeportes. La cita es este viernes 8 de marzo, desde las 7:00 p.m; las categorías a premiar son deportistas, padres de familia, entrenadores, autoridades deportivas, glorias del deporte, dirigentes, empresas que patrocinan la actividad muscular, deportistas que han ido a juegos olímpicos oriundos de Buga y deportistas que han conseguido medallas mundiales.  El acto tendrá como maestro de ceremonia, al “pintor  del comentario” Jaime Humberto Zúñiga Villa, quien pisa fuerte en estas lides en la presente temporada; las modelos de la revista Farodeportes estarán presentes dando el toque especial a ese día en que también se celebra el día mundial de la mujer.  De antemano felicitaciones a ellas.  Como invitada especial estará la talentosa Paola Betancourt, interprete que ganó el Faro de Oro, durante la segunda versión del Festival de la Canción FUNDESSER 2012.  De antemano felicitaciones a toda la familia del deporte, los esperamos.  
Ahora la reflexión que se llama: LA LEYENDA DE LOS SENTIMIENTOS: Cuenta una leyenda, que una vez se reunieron todos los sentimientos de la tierra. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado ya por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:- ¿Por qué no jugamos al escondite? La INTRIGA levantó la ceja intrigada y sin poder contenerse, la CURIOSIDAD preguntó: - ¿Al escondite? ¿Y como es eso?- Es un juego –explicó la LOCURA- en el que yo me cubro la cara y empiezo a contar desde uno hasta un millón, mientras los demás se esconden, cuando haya terminado de contar, el primero a quien encuentre ocupará mi lugar para seguir el juego. El ENTUSIASMO bailó, secundado por la EUFORIA.  Y la ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer no sólo a la DUDA, sino también a la APATÍA, a la que nunca le interesa nada.  Pero no todos quisieron participar.  La VERDAD prefirió no esconderse ¿Para qué? Si al final siempre la acaban descubriendo.  La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no había sido suya), mientras que la COBARDÍA prefirió no arriesgarse. - Uno, dos, tres, cuatro… empezó la LOCURA a contar. La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La ENVIDIA, se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.  La GENEROSIDAD, casi no alcanzaba esconderse, pues cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿un lago de aguas cristalinas? Ideal para la BELLEZA, ¿la grieta de un árbol?, perfecto para la TIMIDEZ, ¿el vuelo de una mariposa?, lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD, ¿una ráfaga de viento?, magnífico para la LIBERTAD… pero finalmente se escondió en un rayo de sol.  El EGOÍSMO en cambio, encontró un sitio muy bueno, pero desde el principio, ventilado, cómodo, pero sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira!, en realidad se escondió detrás del Arco Iris) y la PASIÓN y el DESEO, en el fondo de un volcán.  El OLVIDO, no recuerdo donde se escondió.  Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, porque todo estaba ocupado, pero entonces vio un rosal, y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.- ¡…Y un millón! contó la LOCURA y por fin se puso a buscar.  La primera en aparecer fue la PEREZA, apenas a tres pasos, debajo de una piedra.  Luego sintió vibrar a la PASIÓN y al DESEO en el volcán.  En un descuido, encontró a la ENVIDIA y a partir de ella pudo deducir dónde estaba el TRIUNFO.  Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo, él sólo salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de serpientes. De tanto caminar, sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA. Con la DUDA resultó aún más fácil, porque estaba sentada en una cerca sin decidir aún en qué lado esconderse.  Así los fue encontrando a todos: al TALENTO entre la hierba fresca, a la ANGUSTIA en una cueva oscura, a la MENTIRA detrás de Arco Iris (¡mentira! estaba en el fondo de los océanos) y hasta al OLVIDO, que ya se había olvidado que también jugaba. Tan sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio. La LOCURA buscó detrás de cada árbol del planeta, bajó por todos los arroyos y subió todos los montes, y cuando estaba a punto de darse por vencida, vio el rosal, tomó una vara y se puso a remover las ramas, cuando de pronto se escuchó un grito de dolor: las espinas habían herido al AMOR en los ojos. La LOCURA no sabía qué hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró, pidió perdón e incluso se ofreció a ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la Tierra, el AMOR es ciego, y la LOCURA siempre lo acompaña. MARIO BENEDETTI. 

¡¿Que no le hablen en Chino!