Extraterrestres practicando deporte


“El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él”. Proverbio.

Mientras la ciudad era un caos, el primero de enero salí a trotar con otros atletas, cosa que no hacia aproximadamente 4 años; lo cierto es que el ambiente que encontramos aguanta estos calificativos: Desolador, desalentador, triste, en pocas palabras, caos. De poco sirven las campañas que sugieren el no uso de pólvora por sus altos riesgos de quemaduras; de muy poco las campañas para cuidar el medio ambiente, la basura campeaba por calles y carreras, invadidas por personas “tirando paso” a plenas 9 de la mañana, sin importar para nada que obstaculizaban el tránsito; borrachos sin casco y de a tres en una moto, la policía no se veía para ejercer control… en fin pleno siglo 21 y nosotros, los seres humanos, vamos de para atrás como el cangrejo. Por eso aquel día primero de enero, los 4 atletas que nos reunimos a trotar, parecíamos seres de otro planeta (extraterrestres), pues lo “normal” es que hiciéramos parte de la multitud, una multitud embriagada, enguayabada, trasnochada y todo lo que termine en… “ADA”.
Sin embargo tengo esperanza de que encontremos el camino del bien hacer, el bien tener y el bien ser.  Tenemos que reaccionar, tenemos que caer en cuenta que los niños y la juventud merecen un mejor ejemplo, unas mejores condiciones de vida. 
Para finalizar, quiero decirles que en este 2013 seguramente se empieza a hacer realidad en Buga la construcción de un patinodromo internacional, una piscina olímpica y, Dios quiera, que una pista sintética para la práctica del atletismo. Tengo fe que con esos escenarios vamos haciendo mejores rutas  para mejorar la calidad de vida, que sólo la da la práctica de una disciplina deportiva. De esta forma, qué bueno sería encontrar un universo menos contaminado y con menos personas invadiendo su organismo con los excesos que quizá les cuesten perder sus hogares o sus trabajos. 
Les dejo en este inicio de temporada, la reflexión “EL ESCARABAJO Y LA HORMIGA”: Llegado el verano, una hormiga que rondaba por el campo recogía los granos de trigo y cebada, guardándolos para alimentarse durante el invierno.  La divisó un escarabajo y se asombró de verla tan ocupada en una época en que todos los animales, descuidando sus trabajos, se abandonan a la buena vida.  Nada respondió la hormiga por el momento; pero más tarde, cuando llegó el invierno y la lluvia deshacía las boñigas, el escarabajo hambriento fue a pedirle a la hormiga una limosna de comida.  Entonces sí respondió la hormiga: “Mira escarabajo, si hubieras trabajado en la época en que yo lo hacía y tú te burlabas de mí, ahora no te faltaría el alimento”. Cuando te queden excedentes de lo que recibes con tu trabajo, guarda una porción para cuando vengan los tiempos de escasez. Fábula de Esopo.  Fuente: www.edyd.com. 

¡¿Que no le hablen en Chino!