camilocienjuegos@hotmail.com
El origen del billar no está claro, pero se sabe que Cleopatra ya lo practicaba en el siglo I a. C. Entonces se jugaba en el suelo, costumbre que se siguió hasta el siglo XV. La mesa de billar la ideó en 1469 el ebanista de Luis XI de Francia, Henri de Vigne, pensando en la comodidad del juego. Se hizo tan popular que María Estuardo, reina de Escocia, durante su cautiverio y antes de ser ejecutada por orden de Isabel I de Inglaterra, se quejó amargamente de que su enemiga le hubiera retirado de la celda una mesa de billar, para privarla de una de sus aficiones. Desde 1825 existió un campeonato mundial en Inglaterra. El primer campeón fue John Carr, pero el que más celebridad adquirió fue Monsieur Mingaut, quien inventó el retroceso de la bola. Mingaut adquirió la habilidad en la cárcel, donde instaló una mesa de billar.
Muchos años después nació en Obando Valle, el que más tarde se conoció con cariño como el “sSatanás del billar”, un personaje que llegó a Buga a trabajar como “garitero” del Billar en la reconocida catedral del deporte - el café Montecarlo - ubicado al frente del entonces llamado almacén LEY sobre la carrera 13 con calles octava y novena. Es de anotar que garitero se conoce a las personas que suministran a los jugadores los elementos necesarios para la práctica de este deporte. Napoleón Llano se enamoró del billar y empezó a jugarlo. Es así como adquiere esa habilidad teniendo como fondo musical aquellos boleros inolvidables de Julio Jaramillo, Orlando Contreras, Celia Cruz y todos esos ídolos de la música popular.
Napoleón Llano o “NAPO” es un genio en la modalidad del billar carambola libre, cuenta que su record es de 1253 en una sola serie que duro más de dos horas. En Buga no hay quien le gane, a pesar de que ronda los 71 años. Entre sus éxitos deportivos está el quinto puesto latinoamericano realizado en Bogotá año 1975.
Napoleón quiere ser
maestro
Después de trasegar por la vida de billarista informal quiere dejar un legado, una enseñanza
Sería muy bueno que por medio del Imder Buga le den una oportunidad de verter sus conocimientos a los jóvenes para que representen la ciudad en eventos nacionales e internacionales.
Ahí queda la inquietud para que se aproveche la experiencia del deportista que ha participado con categoría en cuanto evento departamental y nacional se presente. Hoy Napoleón continua ganándose la vida “halando la cola al taco” cuando le invitan a un “chico” sus amigos; eso sí, debe dar carambolas de más a sus contendores, de lo contrario nadie se atreve a jugar una partida con él.