UN HOMBRE SIN LÍMITES PARA COMENZAR EL AÑO 2011

“ Siempre me trazo metas grandes , pienso en grande “
Nelson Cardona Carvajal Alpinista

El primero de enero de 2011 me encontraba en el municipio de Calima el Darién escuchando las proezas del primer Colombiano en situación de discapacidad que en 2010 logró coronar la montaña más alta del mundo el Everest (El monte Everest es la montaña más alta sobre el nivel del mar, con 8.848 msnm. Está localizada en el Himalaya, en el continente asiático, y marca la frontera entre Nepal y China. En Nepal es llamado Sagarmatha (la frente del cielo) y en China Chomolungma o Qomolangma Feng (madre del universo). La montaña fue nombrada Everest en honor de Sir George Everest, británico, topógrafo general de la India, en 1865.
La conferencia se denominó: “las montañas del ser”, se hizo en una reunión que organizó su familia, la de Nelson Cardona Carvajal, pero antes de introducirlos en el tema quiero decirles que me impactó su SENCILLEZ
A grandes razgos este es su mensaje de año nuevo:

Nelson Cardona Carvajal es un escalador que Nació en Manizales (Caldas) el 18 de enero 1963 y en la actualidad reside en la región montañosa Suesca en Cundinamarca. Creció en una familia humilde y trabajadora, siendo el menor de 4 hermanos, sus padres Israel y Blanca desde niño notaron su pasión por las montañas cuando a la edad de 12 años hizo cumbre en el Volcán Nevado Cumandai o Nevado del Ruiz, 5.321 msnm.
Aquella visión desde aquella cumbre abrió una ventana de posibilidades en su mente, no importando su corta edad, empacó su mochila y partió de su casa con el sueño de recorrer toda Colombia. Un año después llega a la mística selva del Putumayo, y ya cumplidos los 13 fue recibido para trabajar en el barco remolcador RR Estrella del Sur. Se bautizó de nuevo las aguas del Río Amazonas como un marinero de agua dulce, y fue seducido por la selva para ser transformado en hombre de aventuras y sueños.

Una tarde de aquellas en las que el río se convierte en un hilo dorado, el recuerdo de sus padres, el peso de 8 años de vida amazónica y el poderoso llamado de Cumandai, su montaña sagrada, lo llevaron a tomar la decisión de regresar a la ciudad donde nació hacia ya 20 eneros atrás. Su nuevo desafío fue validar el bachillerato, terminó estudios en el Gimnasio Manizales, mientras pasaba el tiempo libre de fines de semana escalando las montañas que lo rodeaban. En el año 1986, por su interés y vocación natural es recibido para trabajar como funcionario del Parque Nacional Natural de Los Nevados, y así se fue capacitando para convertirse en un especialista de ecosistemas de montaña. Cumpliendo las labores de guarda parques conoció a grandes hombres montañistas colombianos y de todo el mundo, de los cuales fue aprendiendo técnicas, escuchando experiencias, y recreando en su mente la posibilidad de escalar las grandes montañas sobre la faz de la tierra.

En su mente repetía: entrenar, entrenar, entrenar. Para el año 1992 se fijo el objetivo deportivo de romper el record nacional de travesía de alta montaña, y logró establecer un nuevo tiempo de 18:01 horas para un recorrido de 122 kilómetros. Las miradas de una región y un país se fijaron en este ser humano sencillo y comprometido con sus metas, recibió el reconocimiento deportivo que ameritaba tal hazaña, pero para él lo más importante era darse cuenta que si se pueden alcanzar tales metas. Por esa característica humana y toda la experiencia adquirida como montañista local, fue convocado para importantes proyectos deportivos entre los cuales comenzaban a lograrse nuevas cumbres en montañas de Suramérica (Ecuador: Cayambe, Cotopaxi y Chimborazo; Perú: Husacarán, Urrus, Chopicalqui, Tolcarraju, Ichinca; Argentina: Aconcagua). Cada vez los sueños iban más lejos.

Fue convocado para integrar el equipo colombiano de montañistas para el proyecto 7 cumbres, que consiste en escalar la cumbre más alta de cada continente. Colombia vio como este grupo logró poner el tricolor nacional en la cumbre del monte Everest en el otoño de 1997.

En 1998, el equipo continúa las expediciones a la cordillera del Himalaya buscando adquirir nuevos logros de cumbres en montañas de más de 8.000 msmn. El monte Manaslú fue la montaña que se encargaría de dejar el recuerdo más doloroso en su mente y corazón. En el ascenso a la cumbre, una avalancha deja sepultados bajo la nieve a su compañero de cordada y a miembros de la expedición japonesa. La última noche que Lenin Granados pasó con vida, hablaba con Nelson en la carpa, Lenin dijo algo que nunca podría olvidar: “si la vida me da la oportunidad, voy a vivir cada momento con más intensidad”.

En 1999 una nueva expedición al Himalaya lo enfrenta de nuevo con la muerte, durante el primer intento de ascenso a la cumbre del monte Cho Oyu, su compañero de cordada Gonzalo Ospina adquiere una de las enfermedades de montaña más peligrosas, el principio de un edema cerebral lleva a Gonzalo a decirle a Nelson: “me estoy quedando, déjame morir”. A esa altura es muy difícil realizar una maniobra de rescate, pero para Cardona era más difícil ver morir lentamente a su compañero, aunque eso representara el peligro inminente que ambos perdieran la vida en el intento de salvarlo. Atando su amigo de las cuerdas, se armo de una fuerza que no es física y lo llevó arrastrado montaña abajo hasta el campamento base. Después de 3 días de recuperación y ya habiendo superado el riesgo de muerte y con su amigo ya en recuperación, Cardona tomá la decisión de intentar de nuevo la cumbre y obtiene de esta manera su mayor satisfacción personal, el primer 8000 mil de su carrera deportiva.

En el año 2001 decide romper su propio record de travesía de alta montaña, así que retoma el camino de la cordillera Central de Colombia que cruza el PNN Los Nevados y logra bajar su tiempo en casi dos horas, ahora con 16:08 horas. Siguiendo el llamado que le hace el Himalaya, participa en una nueva expedición al monte Everest en la primavera, donde el equipo logra su objetivo.

Una vez consolidado el proyecto 7 Cumbres, se consiguen las montañas de los montes Kilimanjaro en Tanzania (2003); Elbrus en Rusia (2004); Aconcagua en Argentina (2004) y Mackenley en Alaska (2005). De este proyecto solo quedan pendientes el monte Vinson en Antártida y la pirámide de Kartens en Australia.

Marzo 2 de 2006, mientras preparaba con el equipo colombiano que pretendía llevar a la primera mujer colombiana al monte Everest, sufrió un accidente durante un entrenamiento de escalada en roca, una caída de 18 metros convertía el rumbo de sus sueños en una pesadilla. Estaba destrozado en el mismo suelo que lo vio crecer como montañista, y el panorama no podía ser peor: fracturas múltiples maxilofaciales, dorsales, pélvicas y de extremidades inferiores. Atado a máquinas y sometido a largas cirugías de reconstrucción ósea y estética, solo conseguía encontrar ánimo en medio del dolor: “tengo que pararme para volver a escalar montañas, eso es algo con lo que he estado soñando durante años y no voy a renunciar por las circunstancias y dificultades”.

Luego de un doloroso proceso de recuperación y teniendo ya la capacidad motriz, en septiembre de 2007 una mañana toma sus muletas y alcanza una nueva cumbre, el cerro tutelar de Monserrate en Bogotá era testigo de la voluntad de un hombre de voluntad inquebrantable. Sin embargo, físicamente algo no encajaba en lo esperado, después de la reconstrucción y soldada de los huesos la pierna derecha perdió aproximadamente 10 centímetros de longitud. En las fisioterapias y entrenamientos para “volver a caminar”, era consciente de lo que suponía tener que hacerlo con muletas y por ende renunciar a la posibilidad de volver a las montañas de gran altitud, donde sería imposible avanzar en estas condiciones. Una vez cruzado el desierto del dolor, simplemente no quería renunciar a sus sueños.

Noviembre 29 de 2007, Cardona en una decisión voluntaria se presenta a la sala de cirugía en esta ocasión junto a fisioterapeutas, cirujanos y el apoyo de sus compañeros de equipo, así se realizó la amputación de la pierna derecha. Ya radicado en la zona rural de Suesca, la mañana del 31 de diciembre, a un mes de la amputación, salió de su cabaña para poner la mirada en la cumbre de las antenas, la más alta en la zona donde vive. Con un par de muletas y una sola pierna, consiguió la cumbre de 3100 msnm.

Diciembre 24 de 2008, ha pasado un año de fisioterapia y entrenamiento con una prótesis fija de titanio con la cual aprende de nuevo a caminar y a montar en bicicleta. Ante la perplejidad de antiguos compañeros de trabajo, Nelson Cardona Carvajal hace su ingreso y registro en el Parque de Los Nevados, y esa mañana asciende solitario los 5321 msnm que escaló a sus 12 años, la montaña Cumandai siempre será la morada de sus primeros sueños. Y en ese lugar, colocó en su mente y corazón un nuevo sueño: escalar sin oxigeno suplementario el Monte Everest en el 2010.

Su regreso a la actividad de alta montaña, estuvo enmarcado con la dirección técnica de la Expedición Huella 2009, esta vez convocado por el Ejercito Nacional. Un equipo de soldados víctimas de las minas “quiebra pata” se trazaba un importante objetivo: escalar la cumbre más alta de América del Sur, el monte Aconcagua que se eleva a 6.959 msnm. Cardona tiene claramente dibujado el objetivo de transmitir confianza y valor a personas que por alguna razón hayan perdido una parte de su cuerpo, y fue así que hizo su labor en el equipo, trasmitió todos sus conocimientos como montañista y su carisma como persona, en la punta de esta cordada dando motivación a este equipo de soldados, Colombia y el mundo vio como se lograba esta meta.

Actualmente, Cardona disfruta de vivir en su cabaña de Suesca, donde puede entrenar y encuentra tranquilidad, trabaja como instructor de seguridad en “La Cumbre”, un proyecto de EPOPEYA Colombia creado para el entrenamiento empresarial de equipos de trabajo, donde también se desempeña como conferencista y motivador experiencial.

Una frase que lo anima: “faltaba más cuando empecé”

Un propósito en su vida: “trasmitir valor a gente discapacitada”

Una situación que no le gustaría volver a vivir: “la muerte de un compañero en la montaña”

Personas a las que ama: “mis dos hijas, Salomé de 17 años y Sofía de 8 años”

Ha pensado en algo más después de Everest 2010 sin oxigeno?: “Si, Vinson en la Antártida y la pirámide de Kartens en Australia, para concluir el proyecto 7 cumbres con mi equipo colombiano”
Tomado de: la nota digital.com
Pero les tengo una noticia mejor : El Director de IMDER Buga especialista Ferney soto Berrio también asistió porque tiene estrechos vínculos familares con el deportista y esta adelantando todos los esfuerzos para que Nelson de su testimonio en Guadalajara de Buga , si Dios quiere lo tendremos a finales de febrero o principios de marzo de 2011. Hasta luego

¡¿Que no le hablen en Chino!