“Ganar no solo es un pensamiento, sino es todo en lo que hay que pensar. Usted no gana de vez en cuando; usted no hace las cosas correctas de vez en cuando; usted las tiene que hacer bien constantemente. Y esto le crea un hábito que lo llevará a la victoria” Vincent Lombardi.
Ana María Dueñas Valencia una joven que cambió las muñecas por las pesas, desde muy pequeña fue la ganadora del galardón como mejor deportista categoría Elite en la Quinta Noche de Estrellas del Deporte Bugueño- exaltación a los mejores del deporte de nuestra ciudad año 2011, evento organizado por la revista Farodeportes y deportes del medio día, programa que se emite a través de Voces de Occidente de RCN
Recuerdo que en el 2007 el Valle del Cauca se dio cuenta de lo que era capaz la pesista Ana María Dueñas Valencia cuando se colgó varias preseas doradas en aquellas justas, cuya sede fue Buga. Pues bien, en 2011 consiguió tres medallas de plata en Isla Margarita-Venezuela con motivo del panamericano. Esto le valió para ir al Campeonato Mundial Juvenil de Levantamiento de Pesas que se disputó en Lima-Perú. En este torneo participaron más de 300 deportistas de todo el mundo en categorías masculina y femenina, en este se ubicó en un honroso octavo puesto.
Hoy quiero finalizar con una metáfora que tiene que ver con un tema muy diferente al del deporte, pero seguramente nos hará reflexionar sobre el materialismo que cada día nos envuelve más y más y nos cierra los caminos de la felicidad. Los Tres Deseos de Alejandro Magno: Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos: Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época. Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas... ), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd y a la vista de todos. Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones, Alejandro contestó al general: Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos no tienen, ante la muerte, el poder de curar. Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen. Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías y con las manos vacías partimos.
Gracias por su atención.