Vive tu vida como si subieras una montaña. De vez en cuando mira hacia tu alrededor y admira las cosas bellas en el camino. Sube despacio, firme y disfruta cada momento hasta llegar a la cumbre.” (Harold V. Melcher)
En la Loma del Derrumbado, lugar histórico, en donde se llevó a cabo la Batalla de Febrero 22 de 1860, se escenificará una “Batalla Deportiva” contra el cronómetro, cuando este martes 7 de agosto se realice la Tercera Versión de la Cronoescalada Atlética al Derrumbado, organizada por la revista Farodeportes y el programa deportes del medio día.
Las categorías a desarrollar son: Libre 14 años en adelante, niños y niñas de 8 y 10 años, 11 y 13 años niños y niñas, la premiación para la categoría libre está representada con dinero en efectivo, para las categorías menores en artículos deportivos, la inscripción tiene un costo de 5.000 pesos para la categoría libre e incluye Energizante 7-15, para las categorías restantes es gratis. Las inscripciones se pueden hacer el día de la competencia en el lugar de salida en el horario de 1:00 p.m. a 2:30 p.m., el horario de salida es: 8 y 10 años, 3:00 p.m.; 11 y 13, 3:30 p.m. y categoría libre 4:00 p.m. (Más información al 316-6209311-300-7205552)
A esta competencia se vincula Recreavalle, IMDER Buga y la Alcaldía Municipal de Buga, además de Davinchi, Enterprise. A propósito de Recreavalle, fue ratificado como gerente de esa corporación el doctor Néstor Torres Valencia.
Los lectores reclaman las reflexiones: Aquí las de este fin de semana: Cierto día, iba paseando por una calle, cuando de repente vi a una niña hambrienta, sucia y tiritando de frío dentro de sus harapos. Me encolericé y le dije a Dios: ¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada para ayudar a esta pobre niña? Esperé la respuesta, pero fue en vano; sin embargo, aquella noche, cuando menos lo esperaba, Dios respondió a mis preguntas airadas. “Ciertamente he hecho algo, te he hecho a tí. “Anthony de Mello.
Un día, mientras paseaba por los jardines de su palacio se le acercó uno de los sirvientes y le preguntó: - “Disculpad majestad, ¿cuál es el secreto de vuestra gran sabiduría?” - “Muy sencillo”, respondió el monarca. “Tengo dos orejas y una boca, así que escucho dos veces y hablo sólo una”.
Un discípulo llegó a lomos de su camello ante la tienda de su maestro sufí, desmontó, entró en la tienda, hizo una profunda reverencia y dijo: - “Tengo tan gran confianza en Dios, que he dejado suelto a mi camello ahí afuera, porque estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que le aman”. - “¡Pues sal fuera y ata tu camello estúpido!”, le dijo el maestro. “Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo”. Anthony de Mello.