"El hombre de talento es naturalmente inclinado a la crítica, porque ve más cosas que los otros hombres y las ve mejor."
Del viejo baúl saqué una lista de figuras del deporte que han sido protagonistas a través de los tiempos, sin embargo esta es sólo una muestra, pues no sería posible mencionarlos a todos, quiero disculparme de antemano con aquellos que no aparecen pero que igual son muy importantes para el deporte de Buga. En el Fútbol: Miguel Escobar, Freddy Arce Valverde, Luís Eduardo "Camello Soto", Arnulfo Cruz, Andrés Casañas, Harold Herrera y Gerardo "Huevito" Jiménez. En el Ciclismo: Carlos Montoya, John Freddy García. En las Pesas: Héctor Fabio Ballesteros, Óscar Penagos, María Ofelia Saavedra. En la Lucha: Luís Fernando Izquierdo, Eliseo Tofiño, Julio Cesar Arce, "Pio" Quevedo. En el Otero la única campeona mundial que posee Buga. En el Arbitraje: Héctor Jairo Parra ex juez FIFA. En Esgrima: Olga Lucía Quevedo, John Edison Rodríguez Quevedo, Diana Maritza Rodríguez Quevedo (madre e hijos). Boxeo: Luís Fernando Retayud. Ajedrez: Andrés Gilberto Sánchez, Marco Silva. Nado Sincronizado: Claudia María Posso. Triatlón: Octavio Salazar. Atletismo: Pedro Castro, Neftalí de la Pava e Ítalo Bonis. Bicicrós: Alejandro Caro. Billar: Norlando Rojas. Entonces la conclusión es: BUGA SI TIENE TALENTO, ahora necesitamos prestar más atención a la nueva generación para que sigan los pasos de los anteriores que han dejado su legado. Más atención en nutrición, aspecto medico general y especializado, vivienda, implementación. El deportista requiere de unas especiales condiciones, con solo "papita y yuquita" no es posible, aquí hay que invertir y hacer gestión. El deporte es un vehículo muy importante, tenemos que despertar rapidito. Este carro debemos impulsarlo entre todos: Alcaldía Municipal, IMDER, medios de comunicación, empresas privadas y padres de familia.
Tiempo para reflexionar con este sencillo relato: En la ciudad irlandesa de Belfast, un sacerdote católico, un pastor protestante y un rabino judío se enzarzaron en una discusión teológica. De pronto, se apareció un ángel en medio de ellos y les dijo: — Dios os envía sus bendiciones. Formulad cada uno un deseo de paz y será satisfecho por el Todopoderoso. Y el pastor dijo: Que desaparezcan todos los católicos de nuestra hermosa isla y reinará la paz. Luego dijo el sacerdote: Que no quede un solo protestante en nuestro sagrado suelo irlandés y vendrá la paz a nuestra isla. ¿Y qué dices tú, rabino? — Le preguntó el ángel — ¿No tienes ningún deseo? No, respondió el rabino. — Me conformo con que se cumplan los deseos de estos dos caballeros. Cuento tomado del libro "La oración de la rana", de Anthony de Mello.